me fui a
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os espero

Nirvana - Smells Like Teen Spirit

El otro día sonó en la radio y sonó mal. Es decir, no me sonó a nada. Me refiero a que parecía deslucida, fome, con un ritmo repetitivo y con un cantante que no era de lo mejor, por lo demás pensé, todo lo buena que puede sonar es gracias a Butch Vig ese genio de las perillas noventeras que se hizo las lucas gracias a Nevermind pudiendo formar esa otra gracia llamada Garbage.

Me preocupé. Pensé: qué tan mal enfocado pude haber estado el día que me compré mi cassette Samsung (que eran más baratos que los Sony) y me senté en la radio a esperar que salieran todas esas canciones que a mi me gustaban. Igual era un niño, tenía como 9 ó 10 años y la impaciencia me hacía cambiar de radio para encontrarme al volver a la emisora original que justo ya había empezado algo que me gustaba demasiado. Hasta que di con ella justo cuando empezaba la guitarrita antes de los tambores. Me hiperventilé porque tendría la canción practicamente completa y no cabía en mi emoción prepuber, era esa cancioncita que habíamos escuchado días atrás en el cassette del hermano de mi mejor amigo de entonces y que me volvía loco cada vez que la daban en el Sábado Taquilla. Como me quedaba sólo en casa usualmente, el ST lo veía con el volumen arriba o abajo según la canción que viniera. Me gustaban las de Pet Shop Boys, las de Erasure (como olvidar "I love to hate you" pisando pozas de lluvia en la calle!!!), las de Guns n' Roses porque eran poderosas y Bon Jovi porque si no te gustaba Bon Jovi tenías un problema en esa época. También NKOTB porque me gustaba imitar sus pasos.

La primera vez que ví-escuché Smells Like Teen Spirit fue en el Sabado Taquilla y no resistí subir el volumen al máximo. Quería ESTAR ahí por primera vez en cualquier video que haya visto en la vida, porque no parecia tan lejano, sin las luces parecía el viejo gimnasio de mi colegio y cada vez que entraba ahí después de ese episodio sonaba en mi cabeza los golpes de tambor de Dave Grohl al principio de la canción. El viejo pelado se parecìa definitiamente a un auxiliar de mi colegio (seguramente en mi idealización) y seguramente sentía como lo más catártico cantar esa canción.

Me hice fan de Nirvana, piratié sus cassettes, luego compré sus discos, luego compré los extras, recitales, outtakes, lados b, rarezas, cajas, todo lo que encontrara. De paso me convertí al grunge y todo lo que el credo predicaba. Eso hasta que murió Cobain.

Las drogas estaban de moda, luego de la Vanity Fair afirmando las jeringas de heroína de Courtney Love mientras estaba embarazada, Cobain tuvo su conocida sobredosis en Roma. Al año siguiente Kim Deal fue arrestada por hacer de burra cargando cocaína, phil anselmo de Pantera dio una entrevista en la que explicaba la sensación de "morir" durante unos minutos por sobredosis arriab del escenario, Shanon Hoon también había muierto y Dave Gahan estaba con una pata allá y otra acá a causa ambos de la heroína.

Los reportajes al respecto proliferaban porque eran el mal de los noventas, la nueva música traía estos agregados de forma hipócrita pues antes estaban igual pero menos presentes. Y me asqueé. Cambié estilos, encogí la paila para luego abrirla más grande que antes y el otro día encontraba que Smells Like era aburrida por todo el tiempo que no la había escuchado.

Acabo de ver Emol, en el canal de video aparecía la cancioncita. El video debo decir no lo he visto hace al menos unos 7 años. ¿y saben qué? Me emocioné tal como la primera vez que lo ví y necesité postearlo antes que se me olvide que la canción es toda mía, que es un pedacito de mi prepubertad y de la banda que me acompañó casi todo ese tiempo.

Si Cobain debía morir o lo mataron es algo que no me interesa. Las canciones ya están y suenan igual que hace 16 años atrás. Y aunque suene mal, suena a mía.






smashing pumpkins - 1979

Hace un par de años, previo al advenimiento del Youtube, la Marcela, una niña que trabajaba en el café junto conmigo y con la que nos hicimos amigos, me regaló un par de discos con música y videos. Vale decir que yo veo muy poca TV y no le hago al video de MTV ni el víaX por loque varias cosas me he perdido en el entretiempo y varias he dejado de ver también. Me senté en mi casa frente al computador y uno de los clips era el que titula esta entrega. Imagínenme con una sonrisa que se dibuja leve pero instantánea y empezar a rememorar cada segmento visual de ese monstruo de canción. Al final no veía mucho, me puse a llorar de emoción y el agua con la sal enturbiaron la vista.

Smashing Pumpkins es fiel representación de todo lo adolescente que fui y 1979 es la mejor encarnación de eso. A pesar de ser un video muy gringo es una gran encarnación de efervescencia juvenil y aterrizándolo a realidad escolar de camisa y corbata de todas formas resulta una gran cosa visualizarse la circunstancia.

Desde no entrar a clases e irse a cualquier parte, las primeras fiestas, las primeras borracheras, el sentido de aplanar la calle con la mejor actitud de “esta sociedad no me comprende” con espinillas. Vagar por horas, comprar con dos chauchas, dejar que el viento te de en la cara y luego gritar, saltar y en el fondo aprendiendo a canalizar de forma destructiva o constructiva todo cuanto estabas aprendiendo en un mundo que se te hacía cada vez más grande, estábamos aprendiendo y no muchas cosas importaban "and we dont know, just where our bones will rest to dust, i guess forgotten and absorbed into the earth below”.

Hoy ya no pienso eso, pero aún así tengo pulmones para cantarla cada vez que la oigo y como no si aparte es una cancionaza de aquellas y sin culpa pues supongo que eso he logrado pues hay cosas que ya no volvería a repetir y que puedo recordar ahora con la distancia que da el haber pasado más de una década desde mi etapa pubertosa.

Sin embargo, aun así no deja de ser estimulante una pequeña dosis de adolescencia metida en un frasco de unos pocos minutos y eso es lo que tengo todas las ganas de rememorar el 6 de diciembre si los presagios son correctos. Al menos ya están confirmados para el 8 de Diciembre en Argentina y la sola idea me pone nervioso de gusto, porque Zeitgeist suena a los mejores días rockeros de Gish. Me encanta la idea de que Corgan se anote un poroto con un disco que no huele a nostalgia y que lleva la palabra rock por delante escrita bien grande.

En 1998 no pude ir al concierto. Amigos míos fueron y lo único que relataban era lo espectral y figura rockstar que es Billy Corgan. Cosas que esta década he extrañado de sobremanera a saber que sólo Jack White podría ocupar un lugar así, como Corgan, Kurt Cobain, Axl Rose o Mike Patton. Me refiero a la conciencia plena de ser una estrella del rock and roll y vivir para ello. Pero eso es harina de otro costal y se los cuento otro día. Billy Corgan es un pendejo estúpidamente genio que tira 30 canciones porque cree que son malas, que se amuña en un rincón porque no le resultan las cosas y uno quisiera componerse silbando siquiera una línea de alguna de las canciones de Mellon Collie… ese disco tan fundamental para los noventas y una joya de esos años.

The street heats the urgency of sound, as you can see there’s no one around. Si lo oigo decir esa frase a metros de mi, creo que vuelvo a mirar borroso.


Coldplay - Parachutes

Debo admitir que Coldplay me gustó durante algún tiempo, años a principios de los tutausan, que también he flirteado con su segundo disco y que deje correr el tercero porque definitivametne abrí los ojos a la estafa institucional de la década.
Pero entonces por qué forzarme a hablar de ellos si no son de mi agrado. Pues encierran historias que tampoco son de mi agrado ni de mi predilección contar, pero que necesito fijar personalmente para no volver a ellas, en lugar de arrastrarlas.
Tampoco haré publicidad de mis conflictos más internos, eso se los dejo a blogs de tinte emo, pitillo, existenciales del tipo "estoy mirando como la destrucción de apodera de mi ciudad bella" en lugar de hablar de lo mal que las cosas van por culpa de unos incompetentes. Sentido práctico señoras y señores. Aunque este post no tenga mucho de ello.
El disco que titula este post fue banda sonora de año 2002, 2003 personalmente. Siempre debí hacerme caso cuando no les quise poner oreja por bucólicos y sufridos felices. Poco honestos.
Yo solía tener amigos, alguna vez me enfundé en ellos para escapar de mi propio ser, reflejandome quizas o tal vez tratando de llevar ritmos de vida que no eran los míos, había múica que me gustaba y había música que les gustaba. Pero siempre odié a Coldplay, aunque diga que me aún me gusta el ultimo track del disco "everything not lost". En el fondo se trata de un confesional que se convence a si mismo que es bueno cambiar y es bueno cambiar de aires y de gentes. Y si me he mirado durante esta década puedo decir con certeza que no puedo estar mejor rodeado que ahora.
Deje la burbuja, deje de sufrir en un track pensando en un coro de estadio que jamás quise tararear, dejé de entregar sin recibir, deje de saludar efusivamente sin sentirlo, ahora soy más simpático (aún siendo un pesado a ratos), leo mejores cosas, aparte de la porquería de la U y sus textos informes.
Nunca me perdí, en realidad seguí caminando hasta encontrarme, y lo mejor de todo es que tengo conciencia de lo que soy y no soy, de lo que puedo y no puedo, de lo que quiero y no quiero, de lo que amo y no amo.
Ya no me encierro a consolar botellas de vino tiradas en el baño de una pensión maloliente, hice lo que debía hacer, erré cuando debía y me redimí lo que quise. Y no quiero escuchar más a Coldplay, no me quiero sentir como el wannabe que se proyecta aburguesado y cuarenton con pinta de yupi, cuya mayor frustración es tener el pelo negro, como mi ayudante de derecho comercial. Se acabaron hace tiempo los buenos malos días, las juntas con gusto provinciano de resentimiento, en mi casa sí hay algo de pasto y sí hay un arbol y un perro y veo la cordillera nevada en invierno y el cerro verde en primavera.
Porque nada estaba perdido. Y aunque me falta encontrar, al menos se que camino viento a favor y seguro. Coldplay es para los día fáciles y cuando viene uno de ellos, hay miles de canciones mejores.
¿A quién le importa?. a mi me importa.

Sufjan Steven - Chicago

Si viste Little Miss Sunshine conoces esta canción, y probablemente te gustó, o eso quiero suponer.
Era canción fresca, brisa de tarde en un verano particularmente caluroso encerrado trabajando en medio de muchos computadores y muriendo de aburrimiento mientras otros vacacionaban. Eso durante enero, donde yo solía poner la radio y dejarla correr olvidándome de item música y dejándome sorprender.
Entre sorpresa y sorpresa, entre reto injustificado de un jefe medio déspota, medio maniático, entre un beso perdido de la Pancha o de la Cony que iban a trabajar a esa ONG que quedaba a la vuelta, mirando ropa de frente, ropa de lado, ropa al fondo, enfermándome de comer porquerías, paseando en ratos libres entre los chinos del barrio, coreanos y turcos, sudado, odiando el calor, bajando la cortina de los últimos para disfrutar el poco tiempo del día con pedro: las onces, los bares, la fiesta a veces o el mero regreso a la casa, antes de volver a mi casa a dormir las sobras de las horas y volviendo a abrir la cortina de los primeros en la mañana.
Entre todo eso, sonaba Sufjan Stevens, pero yo no sabía que se llamaba así, tampoco sabía que la canción se llamaba Chicago, y nunca tenía la suficiente concentración o un buen parlante la verdad para descifrar la letra fácilmente y luego buscarla. El sol de media tarde me atontaba pues daba justo donde yo me ubicaba.
Claro hasta Little Miss Sunshine, y hasta Bruce que me la mostró como la gran cosa y yo le dije que la vengo oyendo hace meses y es una canción hermosa y sólo quería saber quien diablos cantaba y como se llamaba.
El verano de 2007 tuvo entre su tracklist definitivamente a esta melodía folkie. y yo tuve un poco menos de calor cada vez que la escuchaba.



la melodía en cuestión en el momento en que aparece en la película

Zorrita, o temporada de chicas.

1996. luego de borracho vino Zorrita y era como la banda juguete en esos tiempos... en realidad eran varias, pero nunca se tomo muy en serio a muchas y ellas se tomaban muy en serio a sí mismas. Pasó lo que tenía que pasar cuando aparecen los productos sobrevalorados y venus era uno de esos.

Ni me acuerdo como se llamaban las chicas esas, pero me caían tremendo, me encantaba cantar Borracho con los amigos... “me dices que me quieres, me dices que me odias, te digo te deseo y te haces el dormido, me acerco a darte un beso pero no estas dormido, sino que estas... borracho” sin duda debe ser uno de los mejores coros que existen en la música chilena de los noventas... buenos que los dos mil tampoco han producido mucho más allá de kudai y los tres-wannabe, a.k.a. los bunkers. Porque acordarse de venus. Porque eran las representantes de lo que algunos querían vender como la nueva camada del rock chileno y, más aún, que esta bandada venía encabezada, o al menos mucho más presentes que antes, por chicas. Se acuerdan de la Colombina Parra. Primero con ese bodrio de Los Barracos (todo, todo eeeel tiempo que heee-estado contiiigo) y sus ballenas, la mar salada y luego con ese gran experimento que fue Ex. Puta que eran buenos Los Ex, excelente ha sido que la Colombina haya desmentido los esos rumores de rituales brujos en que su padre le traspasaba su senilidad y se animó a sacar un gran disco como lo es Cocodrila, un disco con la actitud punk que ni los fiscales ad hok tienen hoy.

Por otro lado teníamos a la chica de los Christianes, que era cantante y decoración pues ahí el genio era Heyne (Christian Heyne, el señor autorreferencia ¿no?). “He dejado rastros en-el camino...solo tú, los verás, sólo tú... espero que vengas por mi antes que salga el sol, y si el sol sale yo esperaré hasta morir o hasta que muera el sol”. Fue el gran chilean one hit wonder de los noventas. Adolescentes y jóvenes de mediados de la decada nos sabemos a la pata la letra de mírame sólo una vez. Les hicimos caso y luego desaparecieron.

Carolina tres estrellas es otra cosa. Ella es chica pánico, todo un estatus de onda que todos queríamos tener y a esta altura nuestra propia kim deal versión chilena, sin condenas de narcotráfico mediante como la chica pixie y que demostró plena vigencia cuando Pánico tocó en Chile en marzo de 2006, ocasión en que todas aquellas canciones que tienen entre 10 y 12 años como las de Pornostar, el disco homónimo o del Canciones para aprender a cantar fueron absoluta y perfectamente coreadas junto con las nuevas canciones que mantienen tradición. Grande Pánico.

Javiera parra se ha encargado por sí misma y su banda de hacernos recordar todo el tiempo que existen, desde los covers, los clásicos de corte en trámite hasta las acuosas composiciones del último disco. Javiera nunca he sabido si me gusta o no, a veces hace canciones tremendas, otras veces hace bodrios. Es inestable y eso no me gusta, aunque cada vez que lanza un buen single lo coreo desde dentro en un silencioso cántico.

Podría acordarme de la chica de Malcorazón, pero no recuerdo más que una canción de video clip azul donde salía la Malú Gatica Que murió años después. Ellos eran de San Bernardo, y el single decía algo así como “el intento inútil de olvidarte” en el coro... recuerdo que era una buena canción, que a mi me gustaba bastante pero que no pegó mucho. Ahora hace poco han regresado sin mucha bulla, pero suenan bien.

Mirando hacia fuera, Alanis había explotado, y Texas se puso de moda (algo que a mi juicio estrictamente personal jamás debió suceder), Joan Osbourne golpeó con su OHW One of us... una que cantaba una canción horrenda que comenzaba diciendo mother mother y la meredith brooks creo.. la que cantaba bitch (o sería Tracy Bonham), el que este libre de pecado lance la primera piedra y podría seguir. Claro que cosa excelente pasaron aparte de Alanis: Hole sacó su disco más comercial y tarareable, el Celebrity Skin y el advenimiento de PJ Harvey, Cardigans, Garbage y Fiona Apple.

Volviendo a las Venus el recuerdo vino insospechado. 1996. luego de Borracho vino Zorrita y era como la banda juguete en esos tiempos... en realidad eran varias luego de este pequeño recuento, pero nunca se tomo muy en serio a muchas, ni ellas se tomaban muy en serio a sí mismas. Pasó lo que tenía que pasar cuando aparecen los productos sobrevalorados y Venus era uno de esos. En estos días me empeño en desempolvar algunos discos y oírlos como un deporte arqueológico personal. Cuando llego a un compilado de una revista de música me encuentro con: track 12, Venus-Somos libres, del álbum Dolor de fin de siglo de 1998. el sucesor del disco de culto que es el primero cuyo nombre nunca recordé.

De poner play lo que se vino a la cabeza inmediatamente fue el primer concierto que diera Marilyn Manson en ’96, ese en el Crazy Rock donde los Ilya Kuryaki al irse enfadados por la mala recepción de los chicos manson les pidieron que para la próxima vez no les robaran los cosméticos a sus madres. Manson salio a carretear en Chile y fue a varias partes, comió carne (siempre me dio risa que viniera en septiembre y alguien hiciera la analogía con el 18 y que le explicaran en la conferencia de prensa que ese era el mes con la mayor tasa de sacrificios animales, en fin) , tomó vino y conoció a una lugareña.

En un pelambre tipo farándula muy inocente para la época todos negaron todo, y otros salieron murmurando que se vieron tomando una botella de vino por ahí en l barrio Brasil o Bellavista, no recuerdo, pero que al final de cuentas nada había sucedido. Claro que eso se desmintió solo en la tocata siguiente de las chiquillas donde salieron maquilladas adivinen como quién. Y llenas de muñecas y juguetes dando una imagen “Little Trouble Girl” que aún recuerdo.

Y bueno luego desaparecieron un poco hasta el ’98 y este disco que no tuve oportunidad de escuchar. Excepto esta canción y todo cuadró. El encuentro había sido más que de amigos y algo de Manson se le quedó a las chiquillas a las que les dio toda una onda apocalíptica y darkie. El tema es pésimo y entendí porque definitivamente habían desaparecido del enano mapa de la música nacional. No bastó ser la gente bonita.

De repente la zorrita vuelve a hacer de las suyas por ahí, adorable su zorrita. ¿cómo era que se llamaba ella?


De regalo, un hallazgo del youtube… la canción se llamaba, Eternos días de invierno y es hermosa… no se arrepentirá de hacerle click

peter, bjorn & john - young folks

Es mi canción de verano, es de la historia que hoy construyo. no tiene mucho para contar porque sencillamente la vivo, o mejor dicho musicaliza mis días desde hace casi 2 meses.
obtuve el disco sólo porque salió enlistado entre lo mejor del año 2oo6 en varios blogs. había que averiguarlo, y young folks era mi único antecedente.
antecedente suficiente para llegar a peter... y enamorarme perdidamente de la banda.
cual es la gracia para mi... sencillo: haberle mostrado el disco a pedro y que lo amara también, que tararee conmigo mientras vamos caminando por la calle cualquier día en la tarde haciendo nada es más que suficiente, ¿me entiendes?
la letra es precisa y sencilla...
if i told you things i did before
told you how i used to be
would you go along with someone like me?
if you knew my story word for word
had all of my history
would you go along with someone like me?
hoy todo se comparte, no hay secretismos de ninguna especie y amo eso...
and we don't care about the young folks
talkin' bout the young style
and we don't care about the old folks
talkin' 'bout the old style too
and we don't care about their own faults
talkin' 'bout our own style
all we care 'bout is talking
talking only me and you
y ni siquiera nos importa cuando es así...
otra cosa es silbarla, ibamos a ver divinas palabras con ricardo y la gaby cuando por inercia comencé a combinar esos sonidos en mi boca...
- necesito saber ahora como se llama esa canción - dice ric.
- es young folks.
- se me ocurría que se llamaba así. necesito ese disco.
- te lo mando y mira escuchala!!!
(le paso mi reproductor)
- hueón es la segunda vez que la oigo y sabía que alguno de mis amigos la tendría que tener.
- (poner sonrisa)
y es lo que hago ahora, es que esa silbatina es simplemente genial. y lejos lo más playero que he oido luego de CSS.
enjoy!


sonic youth - cool thing



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1993. iba en sexto básico, tenía buenas notas, un par de amigos y unas ideas poco apropiadas para mi edad. nunca he sido menos expresivo de lo que se me conoce al día de hoy y en esa ocasión no era la excepción. decir que la masturbación era algo más común de lo que parecía y tratar a mis compañeros de pajeros hipócritas me granjeó más antipatías que las de costumbre. con los dedos de una mano se contaba a la gente que le hablaba en el curso y era por ser extraño, por raro, por decir las cosas que dije y pensar como pensaba, con una prepotencia que tal vez en al universidad me debiera servir mucho pero que en aquellos días tuve que desechar si deseaba prescindir de los traumas infantiles.


en 1993 la canción de moda y bailada en esas primeras fiestas que duraban hasta las 12 de la noche era informer de snow si no me equivoco. tal vez sí, porque yo no iba a esas fiestas. a mi no me invitaban. mi familia testigo de jehová me impedía esas reuniones mundanas donde se trataba de festividades paganas como cumpleaños. en 1993 sonaba pearl jam pero también sonaba c+c music factory. y en la rockandpop que era en sus inicios un menjunje extraño entre maná y nirvana sonaba también sonic youth, con esas canciones imprescindibles fuera de época como lo era cool thing. yo no lo sabía en ese tiempo, pero amaba esta canción. tenía onda como aquella que decía “ain’t no king man, she’s my queen...” que no recuerdo su nombre, sólo que era de los stone roses. como just like honey de tj&mc. como pixies y here comes your man. ahora con el tiempo supongo que se trataba de un revisionismo noise ochentero de todo aquello de lo que salió el grunge y esas bandas influyentes. aunque cool thing en específico es del año noventa. de ese disco en donde salen scooter & jinx o mildred pierce. claro que esas dos canciones se metieron en mi soundtrack mucho después.


2006. un día de invierno que no lo parece. el día fulge allá afuera mientras yo cuido a la niña enferma. no necesito presumir nada, no tengo de que tampoco y pensándolo bien no me interesa. el viejo se cayó, lo están recogiendo y sólo sonrío encandilado y con calor. pienso en el short y la chala, y tal vez en lo divertidos e ingenuos que se ven algunos hoy con sus ropitas nuevas y exclusivas, con sus zapatos o zapatillas de colores espaciales y con diálogos sónicos hipercachilupis, bailando en fiestas-soy-demasiado-alternativo porque creo que my bloody valentine suena pop y prefiero a the delgados porque son chilenos más alternos aún. y me siento tranquilo de estar de este lado de la pose. de quedarme callado mientras el resto rie-vomita-gruñe-llora. un chico contemplativo. pero con ínfulas internas de modernidad a cuestas. ¿post? no gracias, estoy dejando el cigarro. y en ‘93 prescindí del tratamiento. pero creo que ahora lo necesito. i don’t wanna, i don’t think so.

pero téngase presente que...

siempre odie a la pepa valenzuela, primero porque hizo que desertara por mucho tiempo de esta idea que tenía, de contar a través de las canciones. su columna es pésima (creo que aún perdura en la web) porque aparte de perna (lo que en sí no es pecado, pero que sumado a otras cosas es terrible), es insegura y pareciera que sus desenlaces dependieran del hit que viene, en lugar de coger canciones y simplemente hacerlas suyas. eso último es lo que más me enervaba. lo admito... la leía, porque me daba rabia, que ella tuviera tribuna para mi idea que nunca le había dicho y la hiciera ingenuamente predecible. era prender la radio antes de abrir el wiken para saber para donde iba la cosa ese día. complaciente ella.

no me interesará hablar de aquello que está, porque supongo que cada uno vive su vida simultáneamente a la mía y las mismas canciones que hoy suenan tienen distinto efecto. lo que me importa es contar y mencionar las canciones miradas hacia atrás. las que ya pasaron, que pocos recuerdan o tal vez muchos, pero que en mi caso corresponden a puntos, a hechos concretos que sucedían y emociones que provocaban en esos momentos. quizás le sirva a usted de ejercicio para hacer reversa y pensar donde estaba situado exactamente en el momento que le voy narrando.

no hay nexo ni hilo conductor más que mi propia memoria. y sírvame este ejercicio para desenterrar cosas malas buenas y mejores, esas que quedaron y que siempre tuvieron un parlante en el espacio invisible con un track listo para poner play y seguir viviendo.

statement




¿han visto lo lateros de los comentarios de música de la rolling stone chile, calcados a original gringa?. pero me los devoro igual. o lo mala de las descripciones del diario cuando de música hablan. jamás le achuntan a nada. otra cosa es les inrockuptibles, siempre que leas francés (aunque para oír es innecesario)

es que los comentarios de cualquier pasquín, en papel o html tienen el mismo condimentos, esos clichés insoportables que se terminan pegando por cansancio. a saber: "es un
rock garage con tientes sicodélicos y notas de post rock pero con fuerte influencia del glam setentero y algo de gospel sin abusar y eso se agradece."

¡¡¡sálvenme por favor!!!

y lo peor de todo es que la gente que conozco y algunos amigos caen en el mismo martirio intelectualista pop.

tal vez yo he caído en esas marañas grotescas de igual forma y siga haciéndolo, pero reconocer un pecado no es signo de que se dejará de cometer y esto no es excusa ni justificación. sólo es.

el punto es el siguiente: todo el mundo habla de discos y canciones y sonidos que dan vueltas y bandas sonoras personales. pero no he leído a nadie que me comente con la distancia de los años lo que significa un siamese dream o un nevermind, un heros o un dark side of the moon en sus vidas (no en sus reproductores). para que decir de las canciones como unidades independientes. quizás pareciera que las añoramos más, pero en el fondo parecieran ser atroces colecciones de lugares comunes (y surge el "quién no" insoportable..."quien no bailó el lento de take that" en la fiesta de colegio)

y eso es trágico.

en un mundo que las canciones se coleccionan sin ninguna gracia, no hay razón más que ocupar el disco duro, o llenar el ipod para justificar la inversión o el regalo. ni pensar hoy en sentarse horas con el cassete a que la canción aquella que te quita el sueño pase por la radio y hacer rec justo cuando empieza. hemos perdido la pasión por la música aunque la señora de ahumada con huerfanos insista en lo contrario.

¿entonces cuál es la idea? rescatar mis canciones. relacionarlas con buenos o malos momentos. en fin, darle sustancia más allá de las letras o el favoritismo a las melodías que me han acompañado. contar historias breves reales o falsas, el límite lo defino yo y lo interpretas a gusto.

porque yo no tengo un ipod y no me interesa tenerlo, estas son las reglas del juego y si le interesa manténgase sintonizado.